Cycle Report
El Eurostoxx 50 cerró diciembre en 5.746,24 puntos, alcanzando nuevos máximos anuales y consolidando su recuperación tras las correcciones de mediados de año. El fuerte repunte de la renta variable europea fue acompañado por un entorno técnico excepcionalmente favorable: el GVC Momentum se situó en 64,28, alcanzando su punto más alto del año y marcando una clara señal de sobrecompra sostenida. Al mismo tiempo, el GVC Risk cayó drásticamente hasta 10,33, reflejando una caída generalizada de la volatilidad implícita y una elevada complacencia en los mercados.
Diciembre estuvo dominado por una narrativa común: la política monetaria estadounidense sigue dictando el compás de los mercados europeos. La expectativa de recortes de tipos por parte de la Reserva Federal de EE. UU. —especialmente tras la moderación en los datos de empleo y consumo— impulsó las bolsas globales y redujo los rendimientos de los bonos. Europa no fue ajena: la anticipación de un entorno de tipos más laxos revalorizó activos de riesgo y comprimió los spreads de crédito.
Aunque el BCE mantuvo sin cambios sus tipos el pasado 30 de octubre (facilidad de depósito en 2 %), su lenguaje sigue siendo dependiente de los datos y sin señales firmes sobre futuros recortes. Sin embargo, en un contexto en el que la Fed y otros bancos centrales lideran el mayor ciclo de flexibilización monetaria en una década, el mercado ya descuenta que el BCE tendrá que seguir esta tendencia si desea mantener la competitividad financiera de la eurozona.
No obstante, diciembre no estuvo exento de episodios de volatilidad puntual. Las acciones europeas sufrieron retrocesos a mediados de mes ante el temor de que los recortes de la Fed no se materializaran tan pronto como se esperaba, lo que evidenció la alta sensibilidad del mercado europeo a las señales de política monetaria externa. Asimismo, las valoraciones exigentes en sectores como tecnología provocaron ciertas tomas de beneficios.
Este comportamiento confirmó que, aunque el trasfondo técnico es positivo, los mercados están sujetos a ajustes rápidos si las expectativas sobre los bancos centrales cambian bruscamente.
Con un GVC Momentum en niveles extremos y un GVC Risk en zona de mínimos históricos, el escenario actual presenta señales claras de sobrecompra. A corto plazo, esto limita el potencial de subida adicional sin una consolidación previa. Sin embargo, el trasfondo macro y monetario sigue apoyando el mercado: la desaceleración económica global, el enfriamiento de la inflación y el giro dovish de los bancos centrales continúan proporcionando soporte a los activos de riesgo. Para enero, se espera una fase de lateralidad o consolidación en las bolsas europeas, con posible rotación hacia sectores más defensivos o infravalorados. Las decisiones de la Fed y los primeros datos inflacionarios de 2026 marcarán el tono.