El deterioro del ciclo europeo sigue mostrando atisbos claros de caída de la actividad. Los PMI se ubican en terreno recesivo pero sin mostrar fuertes caídas. Peor situación es la que refleja Gran Bretaña con unos indicadores avanzados que muestran un ciclo más bajista

 A nivel de riesgos, nos encontramos en una situación peor que las semanas anteriores debido a los incrementos de volatilidad en todos los mercados.

Frente a esta situación indefinición, la renta variable se encuentra en un momento de infravaloración, a esperas de cómo se desarrolle la situación futura.

Seguimos inmersos en una espiral de precios compleja de atajar ante los elevados precios de la energía y los problemas de suministro que ha comportado el cierre de China, la Guerra entre Ucrania y Rusia. En este sentido, la inflación anual estimada del IPC en agosto de España es del 10,4%, de acuerdo con el indicador adelantado elaborado por el INE. A pesar de reducirse cuatro décimas el indicador, la inflación subyacente (índice general sin alimentos no elaborados ni productos energéticos) aumenta tres décimas, hasta el 6,4%. De confirmarse, sería la más alta desde enero de 1993. A tal efecto, y condicionado por la inflación, las ventas minoristas corregido de efectos estacionales y de calendario se sitúa en -0,5% respecto al mismo mes del año anterior. El dato en si no es preocupante por si solo, pero si observamos la tendencia de fondo es una clara debilidad. En este sentido, en lo que va de año las ventas minoristas acumulan un descenso del -8,6%.