El ciclo europeo destaca esta semana por unos datos cualitativos diversos, divergen la confianza y sus de expectativas por un lado y sentimiento descriptivo actual. 

A nivel de riesgos, repunte de volatilidad tanto en la renta variable como en la fija, el mercado empieza a transicionar de su estado complaciente a uno de calma tensa. 

El valor de mercado europeo se muestra ligeramente sobrevalorado. En plena temporada de resultados, destacamos las francesas Aribus, Orange y Euronext que mejoran tanto las previsiones de ingresos como las de sus BPAs. 

En la presente semana, el escenario económico de Europa ha revelado una dinámica compleja. Destaca Alemania, donde el indicador ZEW señala un ascenso en el sentimiento económico a 19,9 puntos en febrero, cifra que representa la cúspide anual. Contrariamente, la percepción sobre la situación económica actual retrocede a -81,7 puntos, el mínimo desde junio de 2020. En la Eurozona, el sentimiento económico alcanza los 25 puntos en febrero, nivel más elevado desde febrero del año anterior. Sin embargo, el crecimiento del PIB en el cuarto trimestre de 2023 se detuvo completamente, registrando un estancamiento, aunque el empleo experimentó un incremento del 0,3%. En España, la inflación experimenta un ascenso notable, con el IPC alcanzando el 3,4% en enero, superando las proyecciones del mercado. Este incremento se debe en gran medida al aumento en los costos de vivienda y electricidad. La inflación subyacente, que excluye energía y alimentos frescos, se estableció en 3,6%. Estos indicadores delinean un panorama económico europeo lleno de retos, caracterizado por una mejora en el ánimo económico y un incremento en el empleo, pero enfrentando a la vez una inflación persistente y un crecimiento económico paralizado.