El ciclo europeo se ha mantenido estable con las pocas referencias macroeconómicas publicadas en la última semana del año. 

A nivel de riesgos, estos permanecen complacientes confirmando los reducidos niveles de volatilidad experimentados durante el último mes. 

El valor de mercado europeo se muestra ligeramente infravalorado. Esta semana no se han presentado resultados empresariales relevantes. 

El conflicto entre Rusia y Ucrania marcó la economía en 2023, desencadenando una crisis energética y elevada inflación, lo que llevó al BCE a aumentar agresivamente los tipos de interés. A pesar de la mejora inicial en la economía española en la primera mitad de 2023, impulsada por la recuperación del turismo y la disminución de los precios energéticos, el crecimiento económico se desaceleró en la segunda mitad del año debido a factores adversos como el aumento de precios de alimentos y petróleo, y la desaceleración en la eurozona. Se espera para España un crecimiento del PIB del 2,4% en 2023, disminuyendo a 1,4% en 2024. Los tipos de interés, elevados por el BCE desde julio de 2022, seguirán impactando negativamente la economía, aunque se espera una disminución gradual a partir de la segunda mitad de 2024. La inflación, aunque menor que en años anteriores, seguirá afectando el crecimiento económico, con una previsión de moderación en 2024. Por otro lado, el crecimiento del ingreso disponible de los hogares y la fortaleza del mercado laboral ofrecen perspectivas positivas. Los riesgos incluyen tensiones geopolíticas y el impacto del ciclo de subidas de tipos de interés, aunque también existen factores positivos como el potencial dinamismo del consumo privado en 2024 debido a un mayor ahorro de los hogares.