El ciclo de Europa viene marcado por una gran polaridad en las inflaciones de los distintos estados miembros: 22,5% en Estonia vs. 7,3% en España. En este contexto, el índice alemán ZEW que describe la situación actual ha empezado a virar su tendencia pesimista acumulada desde junio de este mismo año.

A nivel de riesgos, la semana ha venido marcada por una situación confortable donde las volatilidades tendían a la baja. De todas formas, el impacto de un misil en Polonia hizo tambalear la confianza internacional.

El mercado se encuentra en un estado de infravaloración donde se han conocido los resultados de Deustche Bank, que ha mejorado su BPA con respecto a su previsión.

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La inflación de la eurozona se sitúa en el 10,6%, lo que marca un récord histórico que supone una aceleración de siete décimas respecto al dato de septiembre, a pesar de las subidas de los tipos de interés acometidas por el Banco Central Europeo (BCE). La inflación europea muestra una inflación más de oferta que la estadounidense reflejando así una mayor dificultad en controlarla a corto plazo.  Tal efecto se observa en el diferencial entre la inflación y la inflación subyacente. Si desglosamos el índice, en octubre se ha observado una subida generalizada de los precios en la eurozona, pero la energía es la que acarrea un mayor problema. Los precios de la energía crecieron un 41,5% en el décimo mes del año, frente al 40,7% interanual de septiembre. Asimismo, los alimentos frescos se han encarecido en octubre un 15,5%, lo que supone una aceleración respecto del 12,7% del mes anterior. En cambio, los servicios crecieron una tasa del 4,3% y los bienes industriales no energéticos un 6,1%, muy lejos de los componentes más volátiles. En este sentido, al excluir del cálculo el impacto de la energía, se sitúa en 6,9% y si excluimos los alimentos frescos la tasa de inflación subyacente se sitúa en el récord del 5%. Entre los Veintisiete, un total de 18 países registraron subidas de precios anuales de al menos el 10%. Las mayores tasas de inflación se observaron en Estonia (22,5%), Lituania (22,1%), Hungría (21,9%) y Letonia (21,7%).