El ciclo europeo viene marcado por la publicación de datos macroeconómicos que marcan dificultades en los controles de precios.

A nivel de riesgos, semana con una reducción aún más notable en las volatilidades. Seguimos con unos niveles muy complacientes.

El valor de mercado europeo se muestra ligeramente infravalorado. Esta semana no se han presentado resultados empresariales relevantes.

La reunión del BCE fue anticipada con poca incertidumbre sobre su resultado, pero con un interés agudo en las directrices sobre la inflación y las futuras políticas monetarias. Los mercados de futuros monetarios del euro reflejaron expectativas de reducciones en las tasas de interés a partir de la primavera de 2024, con una posible disminución de hasta 50 puntos básicos, aunque esta expectativa es más moderada que hace unas semanas. El BCE confirmó su evaluación previa sobre la inflación a medio plazo, indicando una tendencia a la baja en la inflación subyacente, a pesar de un aumento temporal en la inflación general debido a los costos energéticos. Esto sugiere que las medidas actuales del BCE están teniendo un impacto significativo en el control de la inflación. El comunicado del BCE destacó avances en la lucha contra la inflación y enfatizó que sus políticas están influenciando efectivamente el mercado y las condiciones de financiación, lo cual está restringiendo la demanda y contribuyendo al descenso de la inflación. Los datos presentados mostraron que la inflación general interanual de la zona euro aumentó al 2,9% en diciembre, comparado con el 2,4% del mes anterior. Sin embargo, la inflación subyacente, que excluye elementos volátiles como los precios de la energía, disminuyó del 3,6% al 3,4%. Este contraste entre la inflación general y la subyacente es clave para entender la efectividad de las medidas del BCE y las expectativas futuras del mercado.