El ciclo europeo viene marcado por la publicación de datos macroeconómicos diversos que marcan la ambivalencia de los estados miembros. 

A nivel de riesgos, estos permanecen complacientes confirmando los reducidos niveles de volatilidad experimentados durante los últimos meses del año pasado. 

El valor de mercado europeo se muestra ligeramente infravalorado. Esta semana no se han presentado resultados empresariales relevantes. 

El panorama económico europeo de esta semana se presenta una compleja amalgama de indicadores. El Banco Central Europeo proyecta un posible debilitamiento en el sector servicios de la zona euro, atribuido al endurecimiento de la política monetaria y a una economía que sigue mostrando cierto cansancio. El Eurostat, por su parte, señala una reducción del 0.6% en la producción de servicios en la UE y del 0.4% en la zona euro en octubre de 2023. En Francia, la inflación de diciembre se situó en un 4.1%, impulsada por el incremento en los precios de la energía y los servicios. Alemania experimenta una caída del 0.7% en su producción industrial en noviembre, marcando un continuo descenso por siete meses. Este retroceso afecta tanto la producción manufacturera como la industrial en general.  En general, Europa muestra para el 2024 un panorama desafiante ante el ajuste fiscal y una política monetaria que debería ser más laxa para seguir apoyando el crecimiento de la eurozona.