Cycle Report
Durante marzo de 2025, el índice S&P 500 registró una notable corrección, cerrando en 5667.56 puntos al 24 de marzo, lo que representa una caída significativa desde los 6114.63 puntos observados a mediados de febrero. Este retroceso refleja una pérdida de impulso que se ha intensificado semana a semana, como lo confirma el GVC Momentum, que descendió abruptamente desde valores cercanos a cero a un preocupante -1.13, situándose claramente en zona de sobreventa. Simultáneamente, el GVC Risk se mantiene elevado, en torno a 41.36, lo que indica un entorno de creciente volatilidad y mayor aversión al riesgo por parte del mercado.

A pesar de un rendimiento mensual positivo del 0,09% en la renta variable estadounidense, el contexto subyacente es cada vez más desafiante. La Reserva Federal ha optado por mantener los tipos de interés en el rango de 4,25% a 4,50%, lo que refleja una postura cautelosa ante la persistencia de una inflación por encima del objetivo (2,8% en febrero) y una clara desaceleración económica. Además, la revisión a la baja de las previsiones de crecimiento para 2025 refuerza la sensación de fragilidad estructural. En paralelo, la tasa de desempleo aumentó una décima hasta el 4,1%, señal de que el mercado laboral comienza a perder dinamismo, a pesar del leve crecimiento del empleo en sectores defensivos como salud y transporte.
De cara a abril, las señales técnicas y macroeconómicas invitan a una postura de cautela. El fuerte deterioro del GVC Momentum sugiere que aún no se ha alcanzado un suelo técnico sólido, mientras que la persistencia de un GVC Risk elevado apunta a una continuidad en la volatilidad. La decisión de la Fed de no bajar tipos, sumada al repunte del desempleo y al enfriamiento de la inflación, dibuja un entorno de estanflación incipiente, poco favorable para los activos de riesgo en el corto plazo.
En este escenario, es recomendable limitar la exposición a renta variable estadounidense, priorizando liquidez, sectores defensivos y activos de renta fija de calidad. Solo una estabilización clara del GVC Momentum, acompañada por señales contundentes de recuperación macroeconómica, justificaría un reposicionamiento táctico en el mercado accionario. Hasta entonces, la prudencia debe prevalecer.

