El ciclo europeo ha venido marcado por la publicación esta semana del estudio realizado por el instituto alemán IFO que da una perspectiva más positiva del futuro de la economía. 

A nivel de riesgos, se confirma una clara tendencia de riesgos a la baja, con principal protagonista la volatilidad en la renta variable (VVIX) por debajo de los 17 puntos. 

El valor de mercado europeo se muestra ligeramente infravalorado. Seguimos en la temporada de resultados empresariales. 

La presente semana ha evidenciado una dinámica económica europea de naturaleza dual. Un aspecto destacado ha sido el incremento del índice IFO del clima empresarial en Alemania, alcanzando 87.3 en noviembre, cifra que supera las proyecciones y sugiere un optimismo moderado en el sector empresarial alemán. Este dato, aunque prometedor, se inscribe en un contexto de incertidumbre económica global. En el ámbito manufacturero, el PMI ha registrado una mejora, posicionándose en 46.7. Este indicador, aunque aún por debajo del umbral de neutralidad de 50, señala una desaceleración en la contracción del sector, lo cual podría interpretarse como un indicio de estabilización. No obstante, es imperativo considerar que el sector aún no alcanza una fase de expansión. En cuanto a la Eurozona, se observan signos de avance en la actividad económica, aunque persiste la contracción. El PMI compuesto se ha situado en 47.1, ligeramente por encima de las expectativas, pero aún indicativo de una contracción sostenida, aunque a un ritmo más atenuado. Concluyendo, la economía europea muestra signos de una recuperación parcial en ciertos sectores, pero continúa enfrentando retos significativos.