El ciclo estadounidense destaca por un escenario ambivalente, donde el mercado laboral sigue mostrandose robusto a pesar de observarse un retroceso notable en el sector manufacturero y el de servicios.

A nivel de riesgos, siguen aumentando paulativamente las volatilidades de la renta variable.

El mercado estadounidense muestra claros signos de sobrevaloración. Seguimos inmersos en la temporada de resultados empresariales, esta semana destaca los muy positivos resultados de NVIDIA.

En la reciente semana, el escenario económico estadounidense ha revelado una amalgama de tendencias. Las solicitudes de desempleo han decrecido a 201,000, una caída desde las 213,000 previas, indicando un vigor persistente en el ámbito laboral. Simultáneamente, la tasa de desempleo ha descendido a 1.2%, reflejando una disminución en la cifra de individuos sin empleo. Contrastando, el Índice de Gestores de Compras (PMI) compuesto ha descendido a 51.4, una moderación respecto a la expansión de enero. Este descenso se atribuye a un enfriamiento en servicios, aunque se observa un incremento en manufactura. Notablemente, la demanda industrial ha elevado los nuevos pedidos de exportación, contrarrestando meses previos de contracción. No obstante, la demanda externa en servicios permanece débil. Estos datos evidencian una economía en transición, caracterizada por un mercado laboral sólido pero con sectores clave, como el de servicios, indicando una ralentización. La intersección de un mercado laboral robusto y un PMI heterogéneo plantea cuestiones acerca del rumbo futuro de la economía de EE.UU., en un panorama global fluctuante.