El ciclo europeo muestra cierta resiliencia, disminuyendo poco a poco las inflaciones de los estados miembros, pero exhibiendo un sentimiento preocupante antes las expectativas futuras.

A nivel de riesgos, después del repunte experimentado la semana pasada, encontramos un ligero descenso gracias a una disminución en las volatilidades tanto de renta fija como variable.

El mercado europeo permanece en un estado de indefinición ante un posible grado de sobrevaloración.

El ZEW Economic Sentiment proporciona una medida del optimismo o pesimismo de los analistas financieros con respecto a las perspectivas económicas futuras. Los datos que se muestran reflejan que el sentimiento sigue siendo pesimista. La nota positiva es que el tono de negatividad en Alemania ha mejorado mostrando que las perspectivas, ahora que viene el verano, y por tanto la factura de gas será menor son las causantes de las mejoras perspectivas. Aún así, los datos tanto en Europa como en Alemania son negativos debido a los incrementos de costes financieros, inflación encallada en cotas altas y una guerra de Ucrania y Rusia que nadie sabe cómo salirse de ella. Contexto regional y global sugiere aquel tono de cautela en un año donde los mercados financieros lo están haciendo muy bien.