Cycle Report

El Eurostoxx 50 cerró el mes de septiembre con una variación contenida pero positiva en términos interanuales (+0,61%), a pesar de la caída mensual del -0,07%. El índice se mantuvo en el entorno de los 5390 puntos, mientras los indicadores técnicos ofrecieron señales mixtas. El GVC Risk se estabilizó en niveles bajos (25,01), reflejando una menor percepción de riesgo por parte del mercado, aunque el GVC Momentum cerró en -0,11, confirmando una pérdida de inercia alcista que sugiere prudencia ante nuevos avances.

La decisión del Banco Central Europeo de mantener los tipos sin cambios el 11 de septiembre fue bien recibida por los mercados de renta variable, reforzando la narrativa de estabilidad monetaria en un contexto de inflación en torno al objetivo. No obstante, la ausencia de una guía prospectiva clara (“forward guidance”) generó incertidumbre en los mercados de renta fija, especialmente a largo plazo. Esta indefinición llevó a un repunte en los rendimientos de bonos soberanos, con máximos históricos en los tramos largos de Francia y Alemania. El steepening de las curvas refleja una reevaluación de las expectativas de tipos futuros, que presiona negativamente a sectores intensivos en capital como infraestructuras, utilities e inmobiliario.

Al mismo tiempo, la inflación alemana sorprendió al alza en septiembre (2,4% general y 2,8% subyacente), lo que complica aún más la hoja de ruta del BCE. Aunque el mercado anticipaba cierta flexibilidad monetaria, estas cifras reducen la probabilidad de un recorte de tasas en el corto plazo, fortaleciendo el enfoque “data-dependiente” del banco central.

Por otra parte, el rally bursátil observado a principios de mes estuvo favorecido por las expectativas de recortes en EE. UU. y un entorno de dólar débil. Sin embargo, la reducción de apuestas sobre un recorte “jumbo” por parte de la Fed y la amenaza de un cierre del gobierno estadounidense generaron ruido hacia el final del mes, afectando flujos de capital hacia Europa y penalizando a sectores cíclicos e industriales.

El entorno técnico y macroeconómico sugiere un mercado europeo más vulnerable que firme. La estabilización del GVC Risk es alentadora, pero el Momentum negativo refleja un techo técnico que podría mantenerse mientras persista la falta de claridad sobre el rumbo monetario del BCE.

La subida de la inflación en Alemania y el steepening de las curvas europeas invitan a cautela, especialmente en sectores sensibles al coste del capital. Si bien la renta variable europea ha mostrado resiliencia, el margen para nuevos avances se estrecha. En este contexto, se recomienda una postura selectiva: mantener exposición a compañías exportadoras con ventaja cambiaria y reforzar posiciones en renta fija corporativa de calidad, mientras se reduce exposición a bonos largos y sectores intensivos en deuda. Octubre exigirá una gestión activa y un enfoque disciplinado, ante un mercado que seguirá reaccionando con fuerza a cada nuevo dato macroeconómico y geopolítico.

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